Desde el lunes 28 de noviembre al viernes 2 de diciembre se realizó el INC-1 (Comité Intergubernamental de Negociaciones) en Punta del Este, Uruguay. El encuentro, en el que participan gobiernos miembros de la UNEA (Asamblea de Naciones Unidas por el Medio Ambiente), pretende crear un instrumento global que detenga la contaminación por plásticos, con un enfoque que considera el ciclo completo de la vida del material. El tratado será jurídicamente vinculante para los países que lo firmen y ratifiquen.
Desde las organizaciones de la sociedad civil que participaron en el encuentro, se espera que el tratado sea lo más ambicioso posible y considere especialmente que: se reduzca la producción del plástico, y se limite su uso sólo a los esenciales, se prohíba el uso de aditivos tóxicos en su fabricación, se regulen las exportaciones de residuos plásticos, no se considere la incineración ni el reciclaje químico como solución posible, y la participación de recicladores de base y de la sociedad civil en el desarrollo del tratado. En la plenaria del foro multiactor (imagenes más arriba), Alejandra Parra de RADA señaló lo inapropiado que es la participación de la industria productora de plásticos en las negociaciones cuando ésta niega el problema, así como la necesidad de eliminar el uso de tóxicos y reducir la producción de ese dañino material.
Por la reducción de la producción, contra los aditivos tóxicos y las falsas soluciones
En conferencia de prensa, las organizaciones de la sociedad civil de Latinoamérica y El Caribe presentes en el evento expusieron las ideas fundamentales para el INC-1. Larisa de Orbe, de Acción Ecológica de México, declaró que “estamos empujando que este tratado tenga un componente muy fuerte de protección a la salud. Los plásticos son un material que se hace a partir de combustibles fósiles, lo cual tiene su impacto en el cambio climático, pero se le añaden también otras sustancias y químicos que afectan el sistema endocrino y dañan directamente la salud de todos los ecosistemas y personas”.
Por su parte, Mirko Moskat, del Taller Ecologista en Argentina, sostuvo que “necesitamos un tratado que evite las falsas soluciones. En ocasiones, la industria plástica busca impulsar la incineración de residuos bajo eufemismos como valorización o recuperación energética. La verdad es que la incineración es una tecnología cara, costosa, que contamina, genera enormes impactos ambientales y que genera una dependencia de los gobiernos en relación a enviar residuos a este tipo de instalaciones industriales”.
Por último, Alejandra Parra, de la Red de Acción por los Derechos Ambientales y la Alianza Basura Cero Chile, hizo un llamado a la acción, pidiendo informarse y difundir, así como exhortar a nuestros gobiernos a tomar una posición fuerte para lograr que este tratado sea efectivo y detenga la contaminación por plásticos en el mundo.
Hito: Inclusión histórica de los recicladores en las negociaciones del tratado de plásticos
El martes 29 de noviembre se anunció la creación del “Grupo de amigos de los recicladores de base” en las negociaciones del tratado global de plásticos, según informó GAIA (Alianza Global para Alternativas a la Incineración). Esto supone un hecho histórico, ya que es primera vez que se incluye a recicladores de base en negociaciones internacionales, siendo respaldados por los países participantes.
Soledad Mella, Presidenta de la Asociación Nacional de Recicladores de Chile (ANARCH), se mostró conforme con la creación del nuevo grupo y agregó que “Ahora, el desafío más grande es que el proceso sea realmente vinculante y que tomen en cuenta nuestra demanda, que es una transición justa, que garantice la participación de los recicladores en toda la cadena del reciclaje y en cada negociación, y que las leyes que se implementen vean al reciclador como parte fundamental de la cadena de reciclaje.”
Según informa GAIA, en América Latina y el Caribe se calcula que el sector informal proporciona entre el 50 y el 90% de los materiales reciclables que utiliza la industria local o que se exportan, pero sólo recibe el 5% de los beneficios. Este tipo de realidades son las que se intentará cambiar en el tratado resultante del INC-1.
Alianza Basura Cero Chile se reúne con delegación del gobierno
Dentro de las acciones que la Alianza Basura Cero Chile realizó en el marco de este primer INC (de cinco), los representantes de la sociedad civil se reunieron el martes 29 con la delegación chilena compuesta por personeros del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Medio Ambiente. En este contexto, Manuel Rojo, del Colectivo Viento Sur y coordinador de la Alianza, reiteró la necesidad de que el tratado reduzca la producción de plástico, y la necesidad de una participación ciudadana permanente y en colaboración para que la posición del gobierno de Chile sea alineada con la de las organizaciones que defienden el medio ambiente y la salud de las personas.
Chile: país exportador de residuos plásticos
Un informe realizado por la Alianza Basura Cero Chile reveló que Chile exportó más de 72 mil toneladas de residuos plásticos entre 2015 y 2020, principalmente a países de Asia Pacífico y Latinoamérica. Esta situación refleja la complejidad de un problema a nivel mundial: los países más ricos no se hacen cargo de sus residuos plásticos y los exportan a otras naciones sin un rastreo de qué sucede con ellos después.
Esta es una de las temáticas que se abordó en el INC-1 como demanda de las organizaciones latinoamericanas. El informe completo “Situación Actual sobre la Importación y Exportación de Residuos Plásticos en Chile” puedes revisarlo en este link.