Somos habitantes de Temuco y estamos preocupadxs por el pulmón verde de la comuna. El Cerro Ñielol se encuentra en un frágil estado de conservación, amenazado por el incremento de visitas, la expansión urbana, las plantaciones forestales y la sequía. Sabemos, además, que su existencia es muy necesaria para la conservación de la biodiversidad regional, las fuentes de agua dulce de la ciudad y la salud de las personas que habitamos este territorio.
Hace un tiempo nos enteramos de la iniciativa de desarrollo turístico que pretende ejecutar CONAF en el Monumento Natural Cerro Ñielol, a través del proyecto de “Reposición integral de infraestructura administrativa y de uso público del M.N. Cerro Ñielol” y el impacto que podría tener esta intervención en los ecosistemas de esta área silvestre protegida del Estado. Este proyecto es parte del Plan Impulso Araucanía, aprobado por el Ministerio de Desarrollo Social y financiado por el Gobierno Regional.
Por esta razón, hoy en el Día del Patrimonio Material e Inmaterial, queremos relevar el carácter patrimonial del Monumento Natural Cerro Ñielol y recordar que el desarrollo turístico no es el objetivo de un monumento natural. Esta reserva existe desde 1939 para proteger especies nativas de flora, fauna y funga, y sitios geológicos relevantes desde el punto de vista escénico, cultural, educativo o científico.
La importancia natural del cerro Ñielol, radica en que en él existen bosques representativos de distintas zonas biogeográficas de Chile, como el bosque de Peumo-Boldo, típico de la zona central de Chile, que se encuentra en el Ñielol con bosques típicos de la Selva Valdiviana como el bosque de Olivillo. Es por tanto un área excepcional donde coexisten bosques que no solo nos muestran la flora representativa de la región, sino que también de otras partes de Chile. Estos bosques son además el hogar de 9 especies de reptiles, 7 especies de anfibios, 37 especies de aves, y 12 especies de mamíferos nativos, entre ellos la Guiña, el felino salvaje más pequeño de Sudamérica que se encuentra en peligro de extinción, y el Monito del Monte, especie protegida por su estado amenazado de conservación, única especie marsupial de Chile, descendiente de los marsupiales que existieron en sudamérica hace millones de años, razón por la que se le considera un “fósil viviente”.
Así, exigimos que los recursos que el Estado pretende invertir en desarrollo turístico se inviertan en generar un Plan Integral de Conservación del Cerro Ñielol y ecosistemas asociados, que garantice su preservación efectiva a mediano y largo plazo, incluyendo estrategias educativas y participativas para que la comunidad reconozca su enorme valor natural.
¡Queremos que el Cerro Ñielol crezca en superficie y se restauren los terrenos que han sido dañados a su alrededor porque #TodxssomosÑielol #PatrimonioAmenazado!
Red de defensa del Monumento Natural Cerro Ñielol